jueves, 29 de noviembre de 2007

En Villa Nueva también pasan cosas!!

La verdad que el traspaso de mando en Villa Nueva viene casi casi como el tiempo, bien calentito, y se presenta como un dilema o un problema para el intendente entrante, Guillermo Cavagnero (UPC): ¿qué hacer con el período que se cierra, manchado por la venta de los terrenos destinados al parque industrial y por el supuesto intento de soborno a una concejal?

Más allá de las cuestiones legales, de si Frossasco estaba en condiciones o no de vender los terrenos como autoridad máxima de la ciudad, o si efectivamente la propuesta realizada a Claudia Avellini constituye un intento de soborno (lo determinará la Justicia), el efecto político de ambos hechos es por demás significativo.

En un primer lugar, esto deja expuesto con claridad que en Villa Nueva también pasan cosas.

Quizás por el hecho de haber quedado a la sombra de su hermana mayor, Villa María, la actividad política no ocupó en la prensa los espacios que habitualmente se dedican al tema, las cuestiones de la política doméstica villamariense se llevaron centímetros en los diarios y minutos en las radios… En Villa Nueva era como si nada pasara.

Lo cierto es que esto no es así y que el pueblo de Villa Nueva necesita algunas explicaciones, como por ejemplo los vecinos del barrio San Antonio por su postergada obra de gas natural o la demorada obra del cordón cuneta de la calle Marcos Juárez, varias veces subsidiada.

Cavagnero tendrá en sus manos la responsabilidad, si quiere, de “limpiar” la imagen de la política de Villa Nueva. Con él se inicia un nuevo proceso el próximo 10 de diciembre y como siempre en oficialista u opositores, las esperanzas se renuevan. La idea de contar con una democracia al servicio de la gente renace, porque las ilusiones y postergaciones de la ciudad son concretas, reales y palpables, basta con darse una vuelta por las periferias (no la de los nuevos loteos, sino por la otra) para corroborarlo.

De Gennaro en Villa María

El dirigente de la CTA nacional, Víctor De Gennaro, estuvo ayer en Villa María. Durante toda la jornada recorrió instituciones, firmó convenios, visitó la cárcel y por la noche, lanzó formalmente la novedosa constituyente social. También estuvo ayer desde temprano en la ciudad en la cárcel donde visitó a los detenidos por la pueblada de Corral de Bustos.

La constituyente social es un proyecto que promueve reunir a la gente de todo el país que trabaja para mejorar las condiciones institucionales y sociales de su medio. Víctor De Gennaro, desde la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) la está impulsando recorriendo pueblo por pueblo en todo el país.


“Parece que tenemos coincidencias de lo que no queremos. Estamos de acuerdo que no queremos el crimen de Fuentealba, que no queremos la desocupación, que no queremos la corrupción. Es hora que con toda esa gente nos podamos juntar para consensuar lo que sí queremos, armando así una constituyente social”, explicó De Gennaro ayer, en una rueda de prensa realizada en la regional Villa María de la UTN. “Los argentinos somos sobrevivientes y eso nos enorgullece. Tenemos que aprender a unir toda fortaleza del campo social”, dijo.


Para desarrollar ese nuevo espacio recorren el país “porque no queremos plantear una convocatoria desde Capital Federal. Algo nuevo se construye de una manera nueva”, apuntó. Aspira a que para agosto del año que viene “los miles que estemos de acuerdo podamos terminar de delinear la constituyente”.


Al ser consultado sobre si es un nuevo partido político, De Gennaro respondió: “Partidos políticos hay muchos. Queremos construir un entero”. De todos modos, aclaró que esto no quita que una vez constituido el espacio, tengan candidatos que aspiren a gobernar.


“La diferencia es que ese no es nuestro fin. Nuestro fin es unir a toda la gente que trabaja para construir un mejor lugar para vivir”, explicó. Anoche, en ATE, lanzó formalmente el espacio que ya tiene adherentes en Villa María.

Más tarde o más temprano el que las hace las paga

Jorge Rafael Videla, Cristino Nicolaides, Luciano Benjamín Menéndez, Eduardo Albano Harguindeguy, Ramón Díaz Bessone, Santiago Omar Riveros, Antonio Domingo Bussi y otros diez represores serán juzgados por su participación en la coordinación represiva con las otras dictaduras de la región durante la década del ’70.

El juez federal Sergio Torres dispuso ayer que la causa sea elevada a juicio oral. “El Plan Cóndor resultó ser una vasta organización criminal que actuó en el Cono Sur, dirigida al secuestro ilegal de personas, su desaparición, muerte y/o tormento, sin importar los límites territoriales o nacionales de las víctimas”, señaló el magistrado en su resolución.

La investigación que Torres dio por concluida ayer se inició en 1999 y abarca los secuestros de 107 personas de diferentes nacionalidades. Los acusados, además, están procesados por “asociación ilícita”. La mayoría esperará el juicio en libertad, ya que los represores fueron excarcelados. Videla no pidió salir y Bussi, Nicolaides y Riveros, entre otros, están presos en otras causas. Los que por el momento irán a juicio son todos argentinos, aunque se había pedido la extradición de siete represores uruguayos que aún está pendiente.

* Página 12 / 29 de noviembre de 2007

jueves, 22 de noviembre de 2007

Villa Nueva: es al "gas" seguir esperando

Se sabe que en este país en el marco de a campaña electoral, todo es posible en pos de conseguir un voto... los políticos hasta agarran una pala! Tal el caso del ahora legislador provincial electo Marcelo Frossasco, por estos días aún intendente de Villa Nueva y vendedor de las tierras destinadas en su momento a la instalación de un parque industrial.

Lo cierto es que, volviendo al tema de la pala, Frossasco tras los votos que le permitieran llegar a la Unicameral de la provincia y en su recorrida por los distintos barrios de la ciudad no tuvo tapujos, pruritos ni vergüenza en jugar con las ilusiones de los humildes vecinos del barrio San Antonio cuando se detuvo en el lugar donde una cuadrilla de empleados municipales, sobre la calle Modesto Moreno, estaba cabando la zanja
para el tendido de la red de gas natural,
un servicio largamente anhelado.

“La obra de gas, hace décadas que se promete y no se ha podido realizar. Hoy tengo la suerte y la inmensa satisfacción de poder dar el puntapié inicial”, dijo el intendente villanovense en ese momento, según consta en la edición de El Diario del Sur de Córdoba del 25 de agosto de 2007 (ver edición online), esto es 24 días después de la firmado en su momento con los vecinos del sector (ver documento adjunto), puesto que el inicio de obra estaba previsto para el 1 de agosto del año en curso.

De los 6.500 metros lineales del tendido de la red que Frossasco prometió en ese momento, ni uno ha sido instalado, la zanja en la calle Modesto Moreno fue tapada por la misma cuadrilla de empleados municipales (bue! es una forma de decir para darle un toque más trágico a la cuestión, lo correcto es decir: por una cuadrilla de empleados municipales), el expediente de la obra no se sabe si ya ha sido firmado y los vecinos del barrio San Antonio, siguen esperando por “una de las obras más importantes (...) en Villa Nueva durante los últimos tiempos”.

Frossasco, mientras tanto, con la venta de las tierras que iban a ser destinadas a un parque industrial (¡qué visión de futuro!) y promesas incumplidas, partirá en los próximos días con destino a la Legislatura. ¿Nada se puede hacer?

Un ministro keynesiano

Tomar ese fierro caliente que es el Ministerio de Economía en este país no es para cualquiera y si tenemos en cuenta que Martín Lousteau es un joven de 37 años, que amerita como principal antecedente ser titular del Banco de la Provincia de Buenos Aires, la cosa le ha dado letra a todo el mundo, que ha hablado sin mucho por hablar acerca del futuro funcionario de la presidente electa Cristina Fernández de Kirchner.

No se trata aquí de continuar esa tendencia, sino por el contrario explicar que es el keynesianismo, la teoría económica a la cual suscribe el joven que regirá los destinos de nuestra billeteras.

El keynesianismo es una corriente de pensamiento que se apoya en los estudios realizados por el economista inglés John Maylor Keynes (1883 - 1946) , desarrollados en el contexto de la crisis del '30, que provocó un profundo resquebrajamiento de la estructura económica, social y política de las democracias occidentales.

En este marco, Keynes advierte que los mecanismos espontáneos dele mercado (puajj!!) no alcanzan para garantizar el pleno empleo, para evitar la crisis de sobreproduccióin y, en general, para asegurar el crecimiento económico; por lo tanto, se hace necesario la intervención del Estado, que aparece como la única entidad capaz de regular el sistema económico, orientando la riqueza nacional hacia los objetivos deseados. Este es un razonamiento macroeconómico, ya que se interesa por los hechos globales a fin de comprender mejor el desarrollo económico de una nación, y poder intervenir en él si fuera necesario.

La teoría de Keynes implica una continua adaptación del consumo de masas al crecimiento de la productividad. Esto se logra por intermedio de un Estado que, actuando sobre los salarios y las prestaciones sociales, pesa directa o indirectamente sobre el nivel de consumo (para más datos dirigirse a ESTADO DE BIENESTAR en la web o donde quiera).

La teoría económica de Heynes contribuyó a resolver una de las más grandes crisis económicas de Occidente y, además, permitió un importante crecimiento de la aplicación de políticas que se difundieron después de las 2da. Guerra Mundial.

La teoría keynesiana se ha encontrado en los últimos años, globalización mediante, en serias dificultades para resolver los problemas de un Estado por el pasaje de una regulación económica nacional a una internacional.

* Entendidos en economía bien pueden ampliar esta información o precisar detalles del keynesianismo, lo cierto es que se diferencia ampliamente de lo aplicado, económicamente hablando, por el menemismo (puaj!!!) en los '90. Lo cierto es también, que ya que se habla tanto y tan bien de Keynes en los círculos económicos del Ministerio, que el ESTADO INTERVENGA PARA EFECTIVIZAR UNA REAL DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA Y, FUNDAMENTALMENTE, EN LA PROMOCIÓN DEL DESARROLLO INDUSTRIAL.

lunes, 19 de noviembre de 2007

A propósito del intendente millonario

El fiscal no habla sobre el caso Accastello

A cuatro meses de presentada una denuncia penal para que se investigue el origen de los fondos utilizados por Eduardo Accastello en su campaña de precandidato a gobernador, el fiscal que entiende en la causa, Gustavo Atienza, aseguró que “se está investigando” pero que no tiene “ninguna novedad para informar”.

En el mes de julio pasado, el abogado villamariense Oscar Martín Martellono (73) formuló la presentación judicial en base a los gastos admitidos por el propio Accastello en una nota publicada en La Voz del Interior el 1º de ese mes, cuando el ex candidato a gobernador dijo haber gastado 640 mil pesos en la campaña de la interna frente a Juan Schiaretti, quien finalmente fue el candidato del PJ y ganó la elección.

El denunciante sostuvo en su escrito que por “la exposición mediática realizada, no es descabellado estimar que el mencionado (Accastello) ha realizado un gasto de varios millones de pesos”, y le solicitó al fiscal que pida informes a todos los medios de comunicación en los que el diputado pautó espacios publicitarios para establecer cuánto fue el gasto real de la campaña.

Consultado sobre el avance de la causa, el fiscal Atienza dijo que está “todo en trámite”, pero prefirió no abundar en comentarios sobre el caso. “Está dentro del fragor político. No me voy a meter ni opinar por los políticos. No tengo anda que decir”, respondió el funcionario.

Este medio intentó consultar al intendente electo Accastello sobre el tema, pero sus colaboradores indicaron que “ya respondió” sobre el particular cuando entregó información al diario para la nota publicada a mediados de año.

* Artículo publicado en la sección Política del diario La Voz del Interior (19/11/07)

Un cuento de fútbol


La gran oportunidad

Impertinente, esa es la definición correcta que le cabe a Juan Manuel Zoleri, con z. Un tipo que no viene al caso para nada, irresponsable e irrespetuoso. Pero sin dudas son esas cualidades de su personalidad las que le permitieron en su época transformarse en uno de los valores promisorios en las filas del Atlético, puesto que a fuerza de las gambetas propias de un “cara sucia” se transformó en un pibe con una proyección increíble dentro del fútbol. Estaba predestinado a que toda la prensa hablara de él, del desparramo que armó dentro de algún área, de los defensores que quedaron tirados ahí o el arquero que se revolcó en el guadal buscando la pelota hacia su izquierda, cuando en realidad pegándole con la parte externa, con tres dedos, se la puso en el otro palo.


Zoleri, con z, era un pibe que no conocía de razones, un desobediente que a su manera se resistía de manera pacífica a las exigencias o mandatos del poder establecido, entiéndase en estas circunstancias un director técnico. Esto lo cuentan seguido en la mesa del bar del club, ocasión en la que tuve un primer acercamiento a la emblemática, ilustre y desconocida figura de este extraordinario jugador, al que tuve la suerte de ver en acción cuando ya entrado en años jugaba en el fútbol comercial, donde a simple vista, con sólo observar la forma con que paraba la pelota, alcanzaba para darse cuenta que se trató de un diamante en bruto, que nunca había sido pulido.

El nombre de Zoleri, con z, surgió –como decía– en esas conversaciones de boliche en la cual sus protagonistas alardean sobre sus conocimientos de fútbol repitiendo formaciones de equipos que jugaron hace décadas, aunque difícilmente puedan recordar con precisión a más de dos o tres de los jugadores que hoy juegan en el Rosario Central del “Flaco” Menotti, por citar algún ejemplo.
– ... Champio; el “Hilacha” Fernández, Juan Carlos Fernández, Esquivel y el “Negro” Julio Fernández, en la defensa; el Carlos Navarro, Elder Conti y el “Gati” Giraudo, en el medio; Bujedo –después empezó a jugar ahí la “Chechona” Martina–, Cecchini y el “Pachi” Martina, cuando no estaba expulsado por haber atado algún árbitro, adelante. ¡Qué equipo! A esos le ganaban sólo comprando el árbitro, como en la final del Provincial del ´78 en Río Cuarto contra Estudiantes –comentó, con memoria prodigiosa, el “Ñato” en la mesa de la esquina, donde compartía con los parroquianos el vino de la tarde–. Sirva esto de ejemplo.

Así se prolongaban y se sucedían las charlas de bar en lo que en materia de fútbol se trataba. Día tras día se repetía la interminable nómina de futbolistas que habían actuado en los clubes locales, una especie de campeonato con partidos de ida y vuelta.

– El arquero de ese equipo no era Champio, en esa época no estaba en Arroyo Cabral, ahí atajaba Cobas y después el pibe Conti, el sobrino del Elder, que sí jugaba de cinco. –corrige el “Chuchu”, a manera de revancha–.

– Puede ser. Es posible. –No da el brazo a torcer el “Ñato” –.

Lo concreto es que en cierta oportunidad saltó a la cancha... perdón a la mesa, el nombre de Zoleri, con z.

Fue precisamente esa aclaración la que me llamó la atención y forma en que se sucedió, de manera recurrente, a partir de entonces. Una y otra vez su nombre volvía; una y otra vez repicaba en mis oídos.

¿Por qué con z? La aclaración viene a cuenta de que se trata de un apellido tano, piamontés, como una buena parte de los que se encuentran en esta región producto del asentamiento de inmigrantes de ese origen en los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX. Y no español, como la ‘z’ lo hace sonar.

Seguramente al bajar en el puerto de Buenos Aires, los Zoleri, que tal vez se escribían con ‘s’, fueron anotados con ‘z’ producto de la indiferencia que en esa época le ponían a su trabajo los empleados de Inmigraciones, despreocupados por tener en cuenta si la pronunciación de los recién llegados coincidía con lo que ellos registraban en el papel.

No es extraño encontrar hoy familiares que tienen distinto apellido, viniéndose a mí memoria el de unos hermanos vecinos: Jorge Cora y Manuel Cura, nacidos de un mismo vientre e hijos de un mismo padre, pero anotados así al pisar suelo argentino procedentes de la lejana Italia.
La cuestión es que Zoleri, con z, se ganó un recuadro destacado en la historia del fútbol local en oportunidad de disputarse el clásico de la Liga. Vaya partido el que eligió.

Se sabe que los clásicos no son cualquier cosa, en ellos hay que ganar o ganar, hay que dejar todo en la cancha para retribuirle a la gente su compromiso de fe con el club, la camiseta y los colores. Porque el que paga una entrada en un clásico no para hasta ver caer en sus hombres la última gota de sudor, es que al igual que los futbolistas, ellos también se juegan una parada muy importante. ¿Cómo bancarse después que tus compañeros de trabajo te gasten, toda la semana, si llegas a perder? No es poca cosa.

Según cuentan, las cosas entre él y el técnico no venían para nada bien, las fricciones habían comenzado varias semanas antes del partido en cuestión, cuando a Zoleri se le escapó un globo en medio de la práctica.

“¡Eh pibe!”, grito el “Viejo” entre medio enojado y burlón; “porque no guarda los globos para la fiestita de cumpleaños”. Un escrache al frente de sus propios compañeros, ante una jugada de origen fortuito.

Pero la cosa no terminó ahí, un domingo, durante un viaje hacia la localidad de Las Perdices, con el plantel cambiándose en pleno micro, a manera de vestuario improvisado, para ganar tiempo y llegar en hora al estadio, a Zoleri le tiraron un pantaloncito varios talles más chicos que el suyo y al querer ponérselo lo rompió. El “Viejo”, que repartía la indumentaria, se lo cambia. A los cinco minutos la acción se repite. El técnico accede a entregarle uno nuevo, pero a la tercera vez, no aguantó más y dirigiéndose al futbolista le gritó: “Pibe bájese, con ese culo no puede jugar al fútbol”.

El citado día del clásico le tocó ir al banco, aunque la lógica hubiese indicado que su presencia en el equipo titular le iba a brindar a su equipo una mayor fluidez ofensiva, dado su juego capaz de generar espacios para ser aprovechados por un compañero, al arrastrar –con seguridad– la marca de dos hombres temerosos de su increíble habilidad.

Pero el “Viejo”, el técnico de su equipo, era uno de esos tácticos incurables, estructurado sólo para pensar en qué puede llegar a hacer su rival, sin detenerse a pensar que las virtudes propias alcanzan y sobran para garantizar una victoria o al menos un digno empate.

Para ese clásico se había estudiado al detalle los movimientos de sus adversarios, que tenían un lateral volante de cuidado, precisamente quien motivo la ida de Zoleri, con z, al banco de sustitutos, habida cuenta que en su lugar ingresó un aguerrido hombre de marca, Fonseca. Y se sabe, esta clase de técnicos son rígidos en materia de disciplina, no es que los otros, los líricos, tampoco lo sean, sólo que tienen un concepto diferente en materia de autoridad.

Lo concreto es que el “Viejo” era un milico de aquellos y tal era la distancia que ponía, que no toleraba de sus dirigidos ni siquiera el más mínimo atisbo de tuteo. Dirigía las prácticas con una solemnidad increíble, no derrochaba un gesto, ni una mueca inútil. Siempre frío, esquematizado. El partido venía encarajinado, trabado, difícil de leer desde la tribuna y con un 0–0 que aburría hasta los propios protagonistas. Como era de prever, según las especulaciones precotejo, era un encuentro cerrado.

Fue así como con el transcurrir de los minutos la presencia de Zoleri, con z, se hacía necesaria dentro del campo de juego, era el único en condiciones de “abrirlo”.
Lo previsible, entonces, sucedió recién en el minuto veinticinco del segundo tiempo, cuando el “Viejo” dispuso que Zoleri, con la cara larga de tanto esperar, hiciera los movimientos precompetitivos, el calentamiento, que en esa época simplemente consistía en trotar pegado al lateral.

De repente, el “Viejo” pegó un chiflido, levantó la mano y convocó a Zoleri, quien se acercó con paso cansino y se prestó a escuchar las indicaciones tácticas y técnicas del veterano entrenador.
– Venga Zoleri, va por el 7.
– ¿Y qué hago?
– Lo mismo que el siete.
– Entonces para que me pone.

El partido terminó nomás 0–0 y Zoleri no sólo que no jugó ese partido, sino que hasta el final del campeonato no volvió a figurar entre la nómina de dieciséis convocados para concentrar los sábados y estar presentes en la cancha los domingos. La discontinuidad lo alejó paulatinamente del fútbol. Terminó siendo ordenanza en el sector bancario y hoy se divierte corriendo detrás de la ‘bocha’ los sábados por la tarde junto a sus amigos.


** Este cuento lo escribí para un concurso del diario deportivo español Marca.

jueves, 15 de noviembre de 2007

¿Quién lo votó? *

En estos días pos elecciones de Villa María ha aflorado una inusual semejanza entre el electo intendente Eduardo Accastello y el dos veces ex presidente, hoy peronista disidente, Carlos Menem, sin que éstas tengan que ver estrictamente con las políticas que ellos han implementado o dicen implementar.

Aunque en este aspecto si uno se pone a hilar fino, y no muy fino también, las coincidencias se pueden enumerar en una larga lista, pero esta cuestión no es precisamente la que en estas líneas pretendo analizar, sino otra más coloquial, que despierta muecas de sonrisas entre los ciudadanos que escuchan o exponen el siguiente comentario de resignación ante el triunfo accastelista:- Ustedes lo votaron. - ¡Yo no lo voté! - Ah! Cómo Menem, nadie lo votó pero lo tuvimos que aguantar cuatro años más…

He aquí que la historia se repite: Accastello ha ganado para ser nuevamente intendente de Villa María pero resulta que en la escuela, en el café, en la plaza, en la oficina o en la despensa nadie lo votó.El risueño comentario hiere los oídos accastelistas, que bien saben las proporciones que las voluntades a favor expresadas en votos se han invertido de manera considerable, indeseada e inesperada.

El análisis frío de los números dice que el 60,6 por ciento de los votantes se pronunció en su contra, que sólo logró la adhesión de un 34,4 por ciento, lo que se puede traducir en 6 de cada 10 villamarienses y ¿por qué no? Redondear en 7 de 10 si tomamos en cuenta aquellos desencantados de la política que el domingo optaron por quedarse en sus casas en lugar de sufragar.

Entonces no es casualidad que a la vuelta de la esquina, en el club, en el remis o en la verdulería uno se encuentre con alguien que no lo votó y más allá de la gracia (¡o no!) que ello pueda causar, es tiempo de sentarse a pensar con seriedad en la representatividad y en la imperiosa necesidad de garantizar a través de la Carta Orgánica una real representación de la voluntad de los vecinos en las instituciones democráticas.

* Esta nota fue publicada como carta de lectores en EL DIARIO luego de las elecciones que consagraron a Eduardo Accastello como intendente de Villa María para el período 2007 - 2011. Me pareció bueno recordarla, creo que no ha perdido vigencia.

miércoles, 14 de noviembre de 2007



Política provincial
Eduardo Accastello, intendente electo de Villa María
El intendente millonario
Fue precandidato a gobernador y hasta antes de declinar su candidatura había invertido más dinero que Luis Juez en publicidad en la televisión cordobesa. La Justicia investiga una denuncia por enriquecimiento ilícito.
Noticias de Política:
Escribe: Hernán Vaca Narvaja
Eduardo Accastello quiso ser gobernador de Córdoba, pero asumirá la intendencia de Villa María en pocas semanas. Su esposa, Nora Bedano, dejará la intendencia que recibió de manos de su marido para ocupar (si la alquimia política del kirchnerismo se lo permite) la banca que dejará vacante su esposo en el Congreso Nacional. Lo que se dice un enroque: intendencia por diputación. Así debe haber sido la negociación del accastellismo con el delasotismo cuando el hombre de los afiches comprendió que su pelea para desplazar a Juan Schiaretti de la candidatura a la Gobernación estaba perdida.
Accastello asumirá una Municipalidad cuestionada, pero en marcha. De hecho, una lectura posible es que el accastellismo ganó las últimas elecciones (Cristina Fernández perdió en Córdoba pero se impuso en Villa María) y seguramente el intendente tendrá un estrecho vínculo con el Gobierno nacional. Su esposa recibió generosas partidas de la administración kirchnerista para realizar obras públicas y es de suponer que este auxilio financiero se profundizará durante la gestión del jefe de familia.
Sin embargo, pese a los buenos augurios, Eduardo Accastello arrastra un severo cuestionamiento de un vecino de la ciudad, que se tramita en los morosos Tribunales provinciales. Hasta el cierre de esta edición no se conocía ninguna medida procesal adoptada por el fiscal Gustavo Atienza para indagar sobre el orígen, destino y cantidad de los cuantiosos fondos que Accastello utilizó para solventar sus aspiraciones de suceder a José Manuel De la Sota en la Casa de las Tejas.
El 10 de julio, el abogado Oscar Martellono se presentó en los Tribunales de Villa María con un escrito muy sencillo, en el que recordaba que Eduardo Accastello es funcionario público desde el año 1991: fue concejal (1991/99), intendente de Villa María (1999/2003), ministro de Gobierno de la Provincia (2003/2005) y diputado nacional. Y señaló, como buen vecino de la ciudad, que ?por lo que es de dominio público, el señor Accastello no tiene otros medios de fortuna más que su trabajo como funcionario público?.
Martellono, de 73 años, dijo a revista El Sur que no tiene intereses políticos ni aversión alguna contra la figura de Accastello, pero que como ciudadano tiene derecho a saber cómo se financió y cuánto costó la campaña electoral del intendente electo de Villa María cuando procuraba imponerse en una elección interna del justicialismo. ?Como es evidene, dicha campaña duró varios meses y en todo ese tiempo, el señor Accastello realizó una agresiva campaña publicitaria en medios gráficos, radiofónicos y televisivos, no solo locales y provinciales, sino también nacionales?, por lo que consideró que ?no es descabellado estimar que (la campaña implicó) un gasto de varios millones de pesos?.
Fue, en rigor de verdad, una de las campañas más costosas que se recuerden en la provincia, sobre todo si se tiene en cuenta que se disputaba una elección interna y no una general. Un estudio realizado por la consultora Infoxel a pedido de la asociación civil El Agora determinó que entre el 3 de enero y el 22 de agosto del corriente año, Accastello se ubicó en el cuarto lugar entre los candidatos que más invirtieron en publicidad política en los tres canales de aire de Córdoba capital: el 8, el 10 y el 12. Según el relevamiento, Juan Schiaretti fue el que más dinero gastó en la campaña, con un 27,5 por ciento de la torta publicitaria analizada, que fue de 2,3 millones de pesos. El dato curioso es que del lote de candidatos que pautaron en los canales de aire de la capital provincial, Accastello se ubicó en cuarto lugar, detrás del radical Mario Negri y delante del intendente Luis Juez, quien terminó perdiendo la elección provincial por poco sólo 17 mil votos, pese a lo cual invirtió menos que el villamariense en el período analizado. Detrás de Accastello se ubicó Eduardo Di Cola, también precandidato a gobernador por el kirchnerismo, con un gasto estimado en 110.054 pesos.


(Puede leer la nota completa en la edición impresa de revista El Sur de noviembre, de venta en kioscos de Córdoba, Villa María, Río Cuarto y zona de influencia)

lunes, 12 de noviembre de 2007

Caferino Namuncurá: el secretario de Dios

“Ahora Ceferino será como un secretario de Dios, que puede pedir por nosotros, para que los gobernantes se ablanden un poco”, sostuvo el lonco (jefe) Celedonio Liñán, un mapuche neuquino que estuvo presente en el acto en el cual se beatificó al aborigen de dicha comunidad, nacido en 1886.

Teniendo en cuenta, entonces, que el venerado Ceferino será werken (intermediario) con el Tata Dios, es bueno empezar a armarle la agenda para que comience a atender a sus feligreses (y no feligreses también) aborígenes de esta parte del mundo que a 500 y picos de años de la llegada de los “evangelizadores” sufren y padecen sus consecuencias, el ostracismo y el olvido, el hambre, la desprotección, la miseria y, particularmente, la hipocresía del hombre blanco.

Así Ceferino debería empezar por notificar al Tata Dios que en el Chaco los aborígenes de la etnia Toba mueren desnutridos y víctimas de enfermedades que se consideran erradicadas en otros ámbitos de la sociedad argentina, que en esta época no deberían ser causa de muerte, que se pueden prevenir con una simple vacuna.

Ceferino podría notificarle que la Conquista del Desierto aún no ha concluido y que a los mapuches de la Patagonia los siguen corriendo de sus tierras, en manos de poderosos como Marcelo Tinelli, Luciano Benetton, entre otros magnates nacionales e internacionales que se reparten miles y miles de las hectáreas que a ellos les pertenecieron.

Sería bueno que el Tata Dios les diga a sus representantes terrenales que se pongan a la par de las agrupaciones aborígenes que luchan por sus derechos (que también los tienen por ser humanos) y juntos puedan ‘ablandar’ a los políticos de turno.

Sería bueno, digo, que la beatificación de Ceferino Namuncurá no se transforme en una conmemoración más de la Iglesia Católica, con peregrinación, santuario y negocio de estampitas incluido.

HOLA

Escribir ha sido siempre uno de los placeres que me han movilizado y la posibilidad de hacerlo regularmente a través de un blog se presente, en este momento, como una de las posbilidades de sacarme esas ganas y compartirlas con todos aquellos que estén dispuestos a leer mis opiniones, que lejos de ser verdades, son simplemente UNA FORMA DE VER las cosas que nos pasan, muy particular y personal. No está en mi ánimo ofender, sino intercambiar opiniones, pareceres y puntos de vista con el objetivo de proyectarnos hacia adelante, hacia cambios profundos y democráticos, que creo necesita la sociedad de hoy. Adelanto que la actualización de las entradas tendrá la regularidad que me permitan los tiempos de los trabajos y los estados de ánimo también (hay veces que no escribo nada porque no tengo ganas... sólo por eso).

Así que les doy la bienvenida. Los invito a compartir este espacio.