domingo, 29 de junio de 2008

Casco las 24 hs

Nadie puede discutir la utilidad del casco en materia de prevención, es algo que está probado en todas partes del mundo y que tanto en Villa María como en Villa Nueva se ha implementado desde hace varios meses como lo que pretende ser una norma rigurosa, pero en realidad no lo es.

En consecuencia, una ley escrita que sólo es eso, no es más que letra muerta... así como el que anda en moto y no usa casco tiene grandes probabilidades de ser una persona muerta.

¿Dónde y cuándo tiene vigencia una ley? ¿Sólo en los controles? De ser así se pierde el espíritu de esa norma, deja de tener una función de prevención para ocupar una vil maniobra recaudatoria. Esto viene a colación de las muchas situaciones en las que al lado del / de las agente/s de tránsito que hay en el centro, cerca de los estacionamientos de los colegios o la costanera, pasan mujeres con niños, adolescentes o cuidadanos comunes y corrientes sin casco, sin que estas / os si quiera les llamen la atención ¿Cómo puede ser?

¿Dónde y cuándo tiene vigencia una ley? ¿Sólo en los controles? Sin dudas no debería ser así, una regla tiene vigor, desde el momento en que se la dictó, protocolizó y publicó, durante las 24 horas del día a lo largo de los 365 días del año, porque si sólo corre cuando se arma un "control" pasa a ser más importante el dinero que la vida de los ciudadanos y la función primordial del Estado debe ser preservar precisamente la integridad física, psíquica y moral de éstos.

sábado, 28 de junio de 2008

Mundial '78: la paja por un lado, el trigo por otro

Bue, voy a meter un comentario de fútbol, ya que en los últimos días se ha hablado mucho del Mundial '78, al conmemorarse un nuevo aniversario del primer campeonato que ganó nuestra selección y me parece haber escuchado varias barbaridades.

En primer lugar ni Fillol, ni Kempes, Ardiles, Houseman, Gallego, Passarella, Ortiz, Luque, Bertoni y el resto de los FUTBOLISTAS que jugaron ese Mundial manejaron la picana o los Falcón verdes, tampoco supe que salieran de los vestuarios diciéndose entre ellos "ganemos así tapamos lo que están haciendo los militares".

Creo que una cosa fue el uso que hicieron los militares del Mundial ´78, que la FIFA le otorgó al país mucho antes del Golpe del '76 y que luego ratificó a pesar que internacionalmente se conocía lo que aquí pasaba; mientras que otra muy distinta el fútbol propiamente dicho, protagonizado por un grupo de futbolistas que quizás no tenía ni idea de lo que sucedía y se dedicó a hacer lo que en ese momento sabía hacer: jugar al fútbol.

No niego que fue, es y será un Mundial sospechado, teñido del rojo sangre de una generación de argentinos que se extraña, quizás mi sensación este impregnada por lo vivido en aquellos días de junio del '78, en los que con 11 años disfrutaba cada gol del "Matador", la elegancia de Galván y las atajadas de Fillol en aquella final contra los holandeses... Y como muchos argentinos, varios años después descubrí y tuve conocimiento de las cosas que pasaban por entonces, de la plata que se robó Lacoste a través del EAM78, etcétera, etcétera...

En todo caso habría que censurar a toda esa gente que llenó el Monumental, a la que tiraba pepelitos, a la que salió a las calles a festejar, a la que seguía trabajando en las fábricas, a la que producía, a la SRA que publicaba solicitudes a favor de los milicos caraduras, a la prensa y la Iglesia que aún no hicieron un mea culpa de lo actuado en esa época... Parece más fácil agarrárselas con un grupo de pibes que jugaban al fútbol y tener que escuchar las pavadas que algunos conductores de TV preguntan, algo más o menos así: "si no habían trascendido como futbolistas por culpa de los militares". Un otario total, Kempes triunfó en España, Passarella y Bertoni en italia, Ardiles y Villa en Inglaterra, Fillol también en España, Brasil y cuanto club argentino jugó, la mayoría volvió a participar en otro Mundial (España, con poco éxito, y México, aunque la diarrea ? dejó afuera a Passarella y mucho antes Bilardo le había bajado el pulgar al 'Pato').

Juicio y castigo a los militares genocidas, pero los FUTBOLISTAS no andaban con la picana ni escribiendo loas en Gente u otros medios como Mariano Grondona o Chiche Geblung, entre otros. Así que sepraremos la paja del trigo.

lunes, 16 de junio de 2008

lunes, 9 de junio de 2008

Público o privado

Cuando en 1983 Alfonsín asumió la presidencia de la Nación lo hizo sostenido en el slogan "con la democracia se cura, se come y se educa", una frase que resumía en cierta forma el sentir generalizado de la sociedad de que tras el voto se iban a solucionar todos los males que la dictadura nos había dejado.

Así debería haber sido, el supuesto de que con la democracia se solucionaban los problemas de la sociedad estaba presente, muy presente... lo estuvo y lo está, con esa ilusión el ciudadano participa en cada elección que se realiza.

Sin embargo lejos está este supuesto de convertirse en una realidad concreta, tras haber transcurrido más de un cuarto de siglo de democracia ello no ha sucedido: la educación no ha mejorado, la salud mucho menos, se siguen muriendo chicos de hambre en uno de los mayores productores de alimentos del mundo, entre otras muchas cosas que hacen a la baja calidad de la democracia que hoy tenemos los argentinos...

Ejemplificando este razonamiento, que no es ni más ni menos que al punto que quiero arribar, está la cuestión habitacional, el acceso a la vivienda digna, precisamente una de las carencias que esta bendita democracia que no ha podido, sabido o querido solucionar en el poco más de cuarto de siglo que tiene de vigencia.

Hoy por hoy el sueño de la casa propia es eso literalmente: un sueño, ya que el acceso de la clase trabajadora a una unidad habitacional es impensado. A saber, la "fiesta sojera" de los últimos años elevó los valores de terrenos, construcción y todo aquello relacionado con el rubro inmobiliario; atento a la aversión de los productores a invertir en este floreciente negocio, ya sea en torres, barrios residenciales o privados, complejos de deepartamentos u otras alternativas.

Un terreno está hoy unos 70.000 pesos (los hay más económicos, no tanto, en zonas periféricas); un departamento de un ambiente en alguno de los muchos edificios que se elevaron se consigue en unos 140.000 pesos... ¿A qué crédito puede acceder un trabajador de Villa María o Villa Nueva que tiene un salario de aproximadamente 3.000 pesos? No más de 20.000... Todo dicho.

NO, falta decir que muchos de esos trabajadores (unos 4.500 según el déficit habitacional de Villa María calculado por un organismo oficial: el Instituto Municipal de la Vivienda) alquilan y que los valores del mercador superan ya los 1.000 pesos... Es decir 1/3 (un tercio) de sus ganancias... Ahora sí, todo dicho.

Es ahí donde la democracia -entiéndase los funcionarios o representantes elegidos por el pueblo- debería intervenir, para facilitarle o acercarle una solución a los ciudadanos que dice representar, pero resulta que en Villa María toman exactamente el rumbo contrario, propio, por cierto, de una política lisa y llanamente neoliberal, anteponiendo los intereses de los "privados" o "inversionistas" por sobre los de la comunidad.

Le ofrece, en bandeja, una bicoca a los sectores "privados", que legitimamente aprovechan la ocasión para obtener pingües ganancias, ya que en definitiva esa es su razón de ser... pero no la del Estado.

Tal es el caso del denominado MEGACANJE II o "la historia continúa" o "vuelven a la carga" o como a Uds. se les ocurra. Por qué ceder esas casi 30 ha. a manos privadas, pudiendo utilizarlas en pos o beneficio de la comunidad. ¿Para obtener los fondos que le posibiliten montar la infraestructura necesaria para habilitar el loteo? ¿Acaso no puede el municipio acceder a un crédito, que luego recuperará cobrándoselo a los beneficiarios? Si se habla de un negocio de 100 millones de pesos, ¿no puede se el propio Estado el que obtenga esa ganancia, destinando las utiliadades a nuevos emprendimientos con sentido social o es que los funcionarios no están capacitados para ello?

Por cierto, cuando de mucha plata se habla, cuando en un Concejo Delirante se sanciona una ordenanza y luego los mismos miembros dictan una nueva derogando la anterior en "beneficio de"... privados... no se presta a la duda, no genera desconfianza entre el ciudadano común y más en aquel que no tiene "techo propio" y que paga un alquiler.

Todo eso se podría evitar si el ESTADO cumpliese la función innerente a cualquier ESTADO, atender o estar a disposición de las necesidades de la ciudadanía en su conjunto y no velar por los intereses mezquinos de unos pocos, los "privados", quienes además gozan de la ventaja de poseer una billetera abultada que los mantiene lejos de las urgencias cotidianas de los asalariados.

Para mayor información ver: http://www2.lavoz.com.ar//08/06/05/secciones/regionales/nota.asp?nota_id=209446

lunes, 2 de junio de 2008

Una única seguridad

Por Eduardo Aliverti *

Esto es un quilombo, aclaremos y propongamos de entrada.

Hay que tener la humildad de decir que frente a la magnitud del actual conflicto argentino es imposible tener certezas absolutas. Por un lado, tanto como agotador es apasionante el debate que vive este país. Porque somos lo que somos desde hace casi, apenas pero vaya, 200 años. El producto de liberalismo jacobino, monárquicos patriotas, estancieros nacionalistas, genocidas del desarrollo, inmigrantes anarquistas y ombliguistas, clasemedieros, represores, populistas de toda calaña, militares asesinos, juventud rebelde, burgueses contradictorios, nazis, socialdemócratas, tilingos que juntaron todo eso, campo, ciudad, aparatos, crisis permanentes y recurrentes, tibios, expeditivos, tensión, conservadores que parecen progres y progres que terminan al lado de la Sociedad Rural. De todo eso sale que en este país siempre, o casi, pasa algo. Y también sale, por otra parte, como ahora, con este choque entre garcas y gauchos tinellizados contra relatores del “nosotros solos contra lo que venga, en nombre de la justicia social”, esto de que todos parecen estar seguros de todo. Los que protagonizan y los que explican. Debe tomarse una posición pero no es fácil, porque todo es muy argentino. Y ser argentino es excitante pero muy difícil. Serlo y, sobre todo, describirlo.

Un Gobierno que no midió las consecuencias de haber hecho la única apuesta a la recaudación del modelo sojero y que creyó, como muchos, que la parte de la derecha afectada se quedaría de brazos cruzados porque la afectación, calculó, no le impediría ni le impide seguir gozando de una de sus mejores orgías históricas. Unos chacareros de cabeza con forma de tranquera para adentro y listo, gracias, dejame volver a mis hectáreas para trabajarlas o arrendarlas y entrar en el circuito financiero y nada más, qué me importa si le hago de pared al puñado de bestias agroexportadoras o si terminaré metiéndome el campo en el culo porque ya perdí, porque no fui capaz de entender que el nuevo paradigma capitalista son los agronegocios a gran escala, o sí lo entendí pero me conformo con las migas que dejan, y entonces no me junto con nadie para tener más fuerza e imaginar otro esquema de aprovechamiento de la tierra, pero sí dejo que me junten los intereses de Monsanto, de Dreyfus, de Bunge y del resto de las grandes hermanas. El Buzzi ése, que un día aclaró que su apellido se escribe con doble z porque el de la doble s es el asesino serial de Tucumán y él no quiere que lo confundan, y como no quiere que lo confundan se junta con los cómplices de Bussi. El Gobierno éste que deja esquilmar a tamberos y subsidia a La Serenísima. El De Angeli ése, que es la versión remixada de Blumberg y Nito Artaza en la subjetividad profunda del yo argentino de medio pelo: más cárceles, endurezcamos penas y me vuelvo a casa; devuélvanme mis ahorros y me vuelvo a casa; no toquen al campo, a mi campo, y me vuelvo al campo y no jodo más porque la Patria se termina en los mil y pico de hectáreas que le arriendo a la familia de Yabrán. Y las sectas de izquierda que van a Rosario a ponerse la escarapela de soja pero, guay, que quede claro que no vamos a hacerles número a los terratenientes: simplemente se lo damos a De Angeli para que, en vez de hacerse el guapo con Cargill, muestre lo larga que la tiene al lado de la patriótica pasión de Luciano Miguens por la cría de caballos de carrera, porque como ya se sabe, como lo dijo el Buzzi que aclara que no es el de las SS, “el campo” está al borde de la subsistencia (no se supo que le haya contestado al escritor chaqueño Mempo Giardinelli, que desde este diario lo invitó a que, cuando vaya a Sáenz Peña junto con Miguens & Cía., se haga unos kilómetros más “hasta el ex Impenetrable, hoy un semidesierto en el que habitan unos 60 mil miserables esparcidos entre restos de bosques y sojas malditas, (que) esos sí que están sobreviviendo, y muy mal”.

Y el Gobierno éste, otra vez, que anda construyendo su relato de nacional y popular con el único concurso de enfrentarse a los gauchos de oficina rentística, con la habilidad de aportarles a las neoclases medias agrarias en vez de trabajarles la moral y el bolsillo con asesoramiento y créditos productivos. Esa suma y la de los sectores urbanos disconformes, gorilas, insatisfechos imperecederos, a los que sólo regala el tonito altivo de Cristina y sus apariciones de tinte monárquico, obsequiándole el “republicanismo federal” a la gauchocracia y a Carrió, que se sube a cualquier tren que pase con tal de que la lleve a sus profecías apocalípticas. Y esa impactante tontería de competirle al acto de Rosario con uno patético, en Salta, llenado a durísimas penas con micros del Gran Buenos Aires. Está visto que se debe machacar con lo de poder quedarse sin el pan y sin la torta. Ni base popular para enfrentar los desafíos de la derecha más salvaje y su mano de obra chacarera; ni corrimiento explícito hacia ahí, hacia la derecha, precisamente, para (pretender) descansar sin conflictos con ese palo. Rosario dejó una multitud indesmentiblemente fuerte, testimonial, enfrente de la cual no hay, casi, más nada que algunas fuerzas de choque marginales, sindicales e intelectuales, junto con el alquiler del aparato del PJ y algunos gobernadores. Muy poquito.

¿Podría este gobierno ampliar esa base de sustentación, como para que “lo peor” no se imponga de alguna manera a “lo que hay”? Probablemente, pero para reconquistar a las franjas medias e incluso bajas que está dejando huir le haría falta revisar y agrandar su muy escasa batería. Y eso implica choques de intereses y apoyo popular para guarecerse. Si a la primera de cambio el agro lo agarró desnudo contra las cuerdas, ¿qué pasaría en caso de avanzar contra los privilegios de otras porciones del capital? Controlar la inflación, redireccionar los subsidios, ensanchar la base impositiva desde arriba, regular el comercio exterior; apropiarse de más abundancia, en definitiva, para repartirla mejor de una vez por todas, ¿cómo se hace sin despertar a más leones todavía? Pero, ¿acaso no está demostrándose que se despiertan igual? No hay otra forma que probarlo y no hay certezas de lo que ocurriría. Ni tan sólo mayores precisiones (o sí, si es que, como con las dichosas retenciones, encaran la información desde un cubito para después seguir defendiéndose desde otro). La única seguridad es que si este Gobierno sigue así, enfrascado en sí mismo y dedicado a construir la única épica de enfrentarse a la bartola con el conglomerado agrario, se extinguirá con pena y sin gloria.

Y hasta podría dejar pasar la oportunidad de que lo defiendan quienes se dan cuenta de que están arrinconándolo por las cosas que hace mal pero, sobre todo, por algunas que hace bien.

* Página 12 (02 de junio de 2008)