viernes, 19 de diciembre de 2008


¡¡Y sí!! El intendente de Villa María hizo comprar una cerradura de 30 mil pesos para colocar en el ingreso de su despacho, sólo él puede acceder al mismo tras sentirse una especie de Superagente 86 (por lo de superagente no lo de gracioso), pasando su pulgar por un visor y tecleando una clave... Amén de otras modificaciones realizadas, que incluyen una especie de salón oval (sin Mónica), una recepción, mucho vidrio... ¿Valen la pena esos gastos superfluos en un país donde lo que sobran son necesidades?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por donde andará la 99???
Es demasiada la impudicia!
Rosana

Anónimo dijo...

Este guaso esta endiosado, se cree que está por sobre un montón de cosas... falta la alfombra roja... aunque dicen algunos que ya se la pusieron cuando era ministro de gobierno del choro de delachota