jueves, 8 de enero de 2009

De balance en balance

Es un punto recurrente, como una cita obligada, la del periodismo, de hacer balances cuando el año se termina y después de haber leido varios de ellos, generales mes a mes, día a día, porque los hay de todas formas, acá va el mío.

De hecho es una versión abreviada de todos los que andan circulando o circularon por ahí, fundamentalmente porque me limité a rescatar los hechos que a mi entender fueron los que más nos marcaron como argentinos.

Entonces, en primer orden va a el conflicto del campo (aunque nunca nadie llegó a definir cuál es el campo) que sacó a relucir todas las miserias posibles escondidas en esta geografía del mundo; nos dividió, sembró disputas de económicas y de poder, aparecieron los avaros y los necesitados, los aparatos políticos, lo más reaccionario del gauchaje y las urbes argentinas. En fin 128 días totalmente innecesarios, de los cuales sólo rescato que se haya vuelto a poner en discusión la distribución de la riqueza, entre todos, no sólo entre el 5% de la población.

En el terreno de las satisfacciones está la condena a cadena perpetua y con prisión común para Luciano Benjamín Menéndez, ícono de la Dictadura militar (1976 - 1983), a lo que debería sumársele el traspaso de la ESMA a las Madres de Plaza de Mayo para establecer allí un museo de la memoria y la muerte de Bernardo Neustadt, al cual la historia lo ha juzgado (faltaría Mariano Grondona y estamos hechos).

Me complacieron de igual forma los traspasos de las AFJP y Aerolíneas argentinas a manos de sus legítimos dueños: los argentinos. Es como que de a poco las cosas se van poniendo en su lugar. No así, en cambio, la reforma jubilatoria impulsada por el ilegitimo de Juan Schiaretti en Córdoba, una verdadera canallada para todos los trabajadores estatales cordobeses.

En el plano deportivo, por su parte, más allá de los éxitos de Boca (je! je!) pasó Beijing y fue otra oportunidad desperdiciada, cuatro años más perdidos para el deporte argentino. Se hizo un buen papel en los deportes superprofesionalizados como el fútbol o el básquet, a los que ninguna política del Estado llega (y lo peor es que algunos políticos del área se quisieron colgar también una medalla); mientras tanto, los pibes siguen en las calles, se pierden talentos, faltan incentivos para quienes hacen deportes como aficionados y si te dan las marcas: pagate el pasaje como lo hizo la judoca (o karateca, no recuerdo bien) que se ganó una medalla de oro. Finalmente la llegada de Diego Maradona a la selección... veremos.

Por penúltimo, la crisis internacional... Qué dirán ahora esas consultoras de la cosmopolita Manhatan que elaboraron el riesgo país argentino, mil, dos mil, cuatro mil, seis mil... las que califican nuestra economía y nos quieren cobrar la ilegitima deuda externa a cualquier precio. ¿Habrán calificado a George W alguna vez? Se me ocurre decirles que me chupen un huevo y mientras sigamos atados a estos zanganos sin pensar en un verdadero desarrollo nacional (muera la patria financiera), seguiremos siendo lo que somos.

Ahora sí, por último, a nivel local la unión de diversos actores sociales en torno a problemáticas que afectaron los intereses de los villamarienses, como Viviendas para todos o en torno al atentado del dirigente sindical "Caño" Roganti, han sido un paso importante para el control ciudadano de un gobierno alienado como el de Eduardo Accastello.

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