sábado, 5 de enero de 2008

Las cosas del querer

Algunos de hechos me llamaron la atención entre los últimos días del año pasado y los primeros del que acaba de comenzar, así que los vamos a separar por partes.

1. ¿Distorsiones de la realidad?

El rubro de la construcción se ha convertido en un negocio floreciente, algo sobre lo que ya opiné en este mismo espacio, y conseguir un albañil para realizar un trabajo menor en tu casa es todo un trabajo propio de inteligencia; si lo encontrás después viene la cuestión del tiempo, generalmente te dan turno para dentro de un mes o dos (como si fueses afiliado al Pami) y, finalmente, el tema del presupuesto, materiales a parte.

Esto es todo un tema, hay mucho movimiento y la mano de obra en consecuencia se cotiza más que bien, muchas veces al punto de ser inalcanzable para un trabajador común y corriente, como el caso de los docentes.

Emprender una ampliación, por ejemplo y de acuerdo al tamaño de la misma, implica contraer una deuda a pagar durante los próximos cinco años, dejando una buena parte del salario en ello.

Y no está en discusión lo mucho o poco que puedan cobrar y/o ganar los obreros de la construcción, al contrario, me parece bárbaro; el tema pasa por el “retraso” que muestran otras actividades, la docencia en particular.

No es nuevo, los “formadores de los argentinitos”, ciudadanos del mañana, a lo largo de su historia han sido mal remunerados y la Educación en este país no fue considerada prioridad desde que Sarmiento dejó la presidencia de la Nación.

Quizás por lo insustancial de su producto final, no hay algo material al término del proceso por el que transitan niños y adolescentes, pero lo cierto es que de una u otra forma, lo aprendido en las aulas, poco o mucho va a determinar la vida adulta de cualquier persona, su futuro y ello tiene un precio.

Además, si una actividad particular se puede llegar a ganar 10.000 pesos mensuales, contra los 1.500 en promedio de un docente, es una tentación emigrar hacia otros trabajos, produciéndose la sangría de buenos maestros y profesores, en desmedro de la calidad de la educación de nuestros hijos.

2. La rapidez de la Justicia

Bastó que apareciera en EL DIARIO un informe –discutible desde muchos aspectos periodísticos– sobre los chicos que limpian vidrios en la calle para que la jueza de menores cayera en la cuenta que estaban ahí.

Evidentemente la señora cumple con los preceptos del general y va de casa al trabajo y del trabajo a casa, ello sin pasar por el centro, claro está, porque esos chicos hace meses que volvieron al semáforo del subnivel a ganarse un peso dignamente para paliar lo que la sociedad le niega.

No fue la mejor forma de ayudarlos detenerlos con la misma Policía que los chicos denuncian en la nota del matutino como sus agresores… Es de suponer que la señora jueza estuvo presente en el momento de la detención garantizando la integridad física de esos pibes.

Por cierto, si el o los periodistas que estuvieron involucrados en la nota en cuestión fueran a los archivos, años atrás se había registrado una situación similar, se “limpió” el centro de Villa María de limpiavidrios, en la que se prometía una solución para la situación de esos chicos de la calle ¿qué pasó? ¿Se les dio la solución de Estado que se proponía entonces? ¿No era esa la noticia? ¿Por qué tuvieron que volver los chicos al mismo lugar? ¿En qué condiciones viven? ¿Cómo están constituidas sus familias si las tienen? Etcétera…

3. Los premios de la democracia

Muchas veces escuché decir que esta democracia es el mejor sistema que hay y otras tantas puse en duda tal afirmación, me pregunté cientos de veces si eso era así, sin llegar una respuesta que me convenciera… Es que los hechos muchas veces me dan la razón o cómo se entiende que cómodamente Horacio Marcelo Frossasco se haya ubicado en la Legislatura provincial después de haber dejado a Villa Nueva “entre las tres ciudades que se encuentran en estado más crítico en la provincia”, según indicó el secretario de Planificación, Gestión y Finanzas de la municipalidad de dicha ciudad, Alejandro Díaz.

Hablando de la Justicia ¿no debería ésta intervenir?

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que Villa Nueva es un verdadero desastre , no se cumple ni con los minimos servicios ,las malezas nos tapan y nadie intima a los propietarios a limpiar lo que les corresponde, por ejemplo , el Prado Español cuenta con varios espacios verdes que como en este momento no usa y además son "la parte de atrás " de su predio los vecinos nos tenemos que aguantar la mugre.El riego en el barrio CEC es totalmente irregular y arbitrario , pasan si tienen ganas y cuando tienen ganas y no hay donde reclamar ,pero ¡ojo!,si no pagás los impuestos te intiman.La verdad que en este pais los únicos perjudicados somos los que cumplimos ,sino pregúntenle a Frossasco............